*Pinchar sobre las fotos para agrandar y ver mejor los detalles.
La segunda parte de nuestro viaje transcurrió en la provincia de Liguria cuya capital es La Spezia, situada al norte de Italia y donde se encuentra el "Parco Nacionale delle Cinque Terre" (en español, Parque Nacional de las Cinco Tierras), declarado Patrimonio de la Humanidad. Comprende los pueblos de Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monteroso al Mare. Cinco pueblos maravillosamente aislados en uno de los lugares más bonitos de la riviera Italiana. Cinco escarpados pueblecitos con puerto, a excepción de Corniglia. Basan su economía en la pesca, los olivos y los viñedos, hoy el motor de su economía es principalmente el turismo. Cada población es una variación del mismo tema; un bonito desorden de casas en tonos pastel llenando sus barrancos, un tramo de 10 km en la riviera Italiana sin tráfico, es un agradable resultado de su aislamiento natural, cada pueblo tiene su propia personalidad. Se llega a Cinque Terre en tren por largos y oscuros túneles que unen los pueblos entre sí y con el exterior. Nosotros llegamos desde Pisa, primero a la estación Central de La Spezia ( una hora más o menos...) 7,50€ el billete, luego desde allí hay que comprar los tikets para Cinque Terre en el estanco de la estación central de La Spezia, también hay máquinas expendedoras en todos los pueblos de Cinque Terre para viajar de un pueblo a otro, el precio del billete es de 4€, pero existen "las cinqueterre card", una tarjeta que te permite realizar viajes ilimitados en tren y algunos autobuses así como el acceso a los senderos que unen los pueblos por 16€ al día o bien 29€ para dos días. Los cinco pueblos están conectados entre sí por innumerables caminos y senderos desde los que se disfruta de magníficas vistas, merece la pena pasear por ellos, se pueden tomar unas fotografías preciosas!! doy fe...
El primer pueblo que encontramos llegando de La Spezia es Riomaggiore, conjunto de casas al abrigo de un valle, hileras de casas que se apoyan unas en otras y que se distribuyen en distintos niveles. El colorido de estos pueblos está regulado por un comité del buen gusto del Gobierno de la Comunidad. En la fotografía el túnel que da acceso al pueblo desde la estación. Arriba nuestro alojamiento allí, un hotel familiar al lado de una pequeña iglesia, nos costó llegar porque hay que subir una calle muy empinada hasta llegar al hotel, en estos pueblos se hace mucho ejercicio porque todos son así....muchas cuestas empinadas para recorrerlos, subidas y bajadas todo el rato.
Como veis es un pueblecito pesquero precioso, con un colorido digno de una postal. Eso sí....hay que estar en buena forma para subir sus cuestas que son bastante empinadas. Su calle principal va a terminar en el puerto.
Es tan bonito que no puedo resistirme a fotografiarlo desde todos los rincones y ángulos posibles, mirar que fotografías más bonitas hice, es de ensueño.....
Mirar que bonito su puerto natural, además existen unos preciosos caminos y senderos que discurren al borde del mar por donde se puede disfrutar de una magníficas vistas . La foto en la que está mi marido, es el camino que llega al embarcadero donde llegan los barcos turísticos que recorren la costa y se pueden disfrutar unas vistas preciosas, otra perspectiva de los 5 pueblos vistos desde el mar. En Riomaggiore empieza la "Vía dell Amore" un sendero que llega hasta el siguiente pueblo, Manarola, que transcurre al borde del mar, pero que ahora está cerrada porque hubo desprendimientos, que pena me dio .....cachisss!!!!
Recorriendo y subiendo por sus calles y senderos llegamos hasta el Castillo de Riomaggiore, llamado "Castellazo di Cerricò" situado en una colina, desde la parte de arriba se divisan unas vistas maravillosas, esa fotografía que me sacó mi marido desde arriba es preciosa por las vistas tan bonitas que tiene, aunque a mí se me ve diminuta!!! Al lado el oratorio de San Rocco, una pequeña ermita.
Diferentes fotografías de Riomaggiore. Arriba a la derecha, la Iglesia de San Giovanni Battista (San Juan Bautista) . Las otras fotografías corresponden a diferentes lugares del pueblo. Todos los pueblos tienen un ambiente muy alegre y lleno de visitantes durante todo el día que llegan escalonadamente en tren recorriendo los 5 pueblos.
En sus calles más principales terrazas donde tomar un refrigerio o comer al aire libre, tiendas de souvenirs, heladerías y pequeños comercios de comida rápida típica de la zona.
El siguiente pueblo es Manarola, para acceder a él también y desde la estación hay que pasar un largo túnel. Ahí en la fotografía veis las máquinas disponibles para sacar los tikets y para validarlos, muy importante, siempre hay que validar el billete si no quieres tener que pagar una multa cuando pase el revisor, eso es en todas las estaciones de tren de Italia.
Manarola , allí estuvimos alojados dos días. Manarola es pequeño y pintoresco, las casas cubren el barranco que sube desde el abrupto puerto. Me encantó su ambiente, también con mucho bullicio sobre todo en el puerto y en los caminos que bordean su costa.
Como en todos los pueblitos, restaurantes, puestos de productos típicos de la zona, souvenirs y comida rápida, los cucuruchos de pescaditos fritos están buenísimos ya que el pescado es del mismo día que se pescan, una buena opción para un tentenpié sentados en el puerto y mirando al mar......
Las heladerías, como en toda Italia, no pueden faltar!! helados de todos los sabores y riquísimos, que con el calor que hacía apetecían mucho. También son típicas de allí los puestos con raciones de Focaccia, una especie de pan plano condimentado con especias, aceituras, tomate, queso...etc. mucha variedad, la porción no es cara y sirve para una cena rápida o un tentempié , está buenísima recién hecha.
Los paseos por los senderos que transcurren por toda la costa son una delicia, desde los cuales se pueden ver esas preciosas vistas que veis en las fotografías. Cada pueblo está dominado por empinadas laderas con terrazas que forman casi 7.000 km construidos de muro de piedras unidos sin cemento donde se cultivan los viñedos, el vino de Cinque Terre es un vino blanco buenísimo. También podemos ver olivos y limoneros, productos ecológicos y hiervas aromáticas que se usan en su cocina.
Más vistas sobre Manarola y su puerto, también los caminos con sus viñedos, para acceder a los viñedos disponen de unos trenes que suben por un raíl llamados treninos .
Llegó la hora de comer, nos habían recomendado un restaurante "Marina Piccola" que está justo en el puerto, comimos muy a gusto viendo el mar desde su comedor en la terraza, la comida exquisita!! un risotto de marisco que estaba buenísimo y unas anchoas pescadas del día que allí las cocinan de mil maneras y todas riquísimas, para acompañar la comida un vino blanco de Cinque Terre que nos encantó, bien fresquito entraba que daba gusto!! Lo más rico de comer allí es el pescado del día.
Lo pasamos muy bien en Manarola, paseando por sus senderos sobre su escarpada costa y disfrutando de sus maravillosas vistas. Hoy ya no os pongo más, seguiré preparando fotos de los siguientes pueblos que os van a gustan tanto o más que estos dos que os he enseñado hoy, como veis un lugar de ensueño Las Cinque Terre.
Buen fin de semana, nosotros tranquilos en casa, mi marido de reposo y recuperándose de la intervención, gracias a Dios muy bien, pero poco a poco....
Chelo