Con motivo de la visita de mi familia de Francia y Barcelona a Logroño, hicimos algunas excursiones para que conociesen un poco más de nuestra tierra y cultura, entre mi hermano Javi y yo programamos una visita al Monasterio de Yuso situado en el pueblo de San Millán de la Cogolla (La Rioja) en pleno valle del río Cárdenas, afluente del río Najerilla ,en las estribaciones de la Sierra de la Demanda. Los Monasterios de Suso y Yuso fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO desde 1997 por razones históricas, artísticas, religiosas,lingüísticas y literarias .
Vistas del pueblo de San Millán de la Cogolla dónde se encuentra el Monasterio de Yuso lo vemos en su parte posterior en la foto de arriba y abajo en su parte anterior y la entrada así como su Hostería en las fotografías de abajo. Nosotros visitamos el de Yuso, al de Suso no nos dio tiempo porque hay que pedir cita dónde se compra la entrada , y no puedes subir con coche, existen autobuses lanzaderas que te llevan hasta él, para el próximo año será......La entrada cuesta 7€, 5€ para jubilados y 3€ para niños de 3 a 15 años. Las visitas son guiadas y duran aproximadamente 50 minutos, nos tocó una guía buenísima que se llamaba Valvanera, como nuestra Patrona, encantadora, parecía un libro abierto, cuánto sabía y que ameno lo hizo todo, incluso para los niños.
La visita guiada parte desde este punto, Vemos la portada barroca con columnas corintias y un relieve de San Millán a caballo (foto abajo centro) Entre otras cosas, los monasterios de Suso y Yuso son famosos por considerarse la "Cuna del Castellano" Forman parte del mismo conjunto histórico y cultural, aunque se gestionan por separado . Fue construido para ampliar en de Suso en el siglo XI, destaca por sus grandes dimensiones. Reconstruido en los siglos XVI, XVII y XVIII. Sus diferentes estilos son renacentista y barroco principalmente. Aunque fue construido por los monjes Benedictinos, actualmente lo regentan los Agustinos Recoletos que viven en una de las partes del monasterio que , naturalmente, no se puede visitar.
El claustro de la planta baja también conocido por el nombre de procesional, es renacentista con bóvedas góticas. Está sin terminar, por lo que se ve la falta de imágenes en algunos tramos....aún así es muy bonito.
A partir de la puerta dorada que vemos en la foto de arriba es el trascoro, de estilo rococó, solo podían entrar los monjes, y desde el trascoro hasta la puerta de entrada para el pueblo cuando podían entrar. Son dos espacios litúrgicos en la misma iglesia. La puerta es impresionantemente bonita!!!! toda la iglesia lo es. La iglesia es de tres naves, con bóveda estrellada y un bonito cimborrio (elemento arquitectónico). Su construcción comenzó en 1504 por mandato del Abad fray Miguel de Alzaga, y se termino 36 años más tarde. De estilo gótico decadente. Una de las joyas del monasterio, el púlpito plateresco de nogal que veis en la fotografía de abajo, que parece ser de finales del siglo XVI, representa a los cuatro evangelistas.
El espectacular retablo del Altar Mayor del Monasterio de Yuso del siglo XVII, contiene un lienzo de Fray Juan Ricci (considerado uno de los mejores pintores claustrales españoles) de la escuela del Greco, representa a San Millán a caballo en la batalla de Hacinas.
Más fotografías de la Iglesia del monasterio. La maravillosa puerta del interior de la Iglesia que da al claustro. La puerta decorada al estilo
manierista obra del italiano Andrés de Rodi. Vemos también uno de los púlpitos que hay a cada lado del altar mayor .
En estas fotos vemos el coro con el ojo por el que pasa la luz equinoccial . La sillería del coro bajo fue realizada por un tallista flamenco. Podemos ver también en la foto de la derecha con más detalle el órgano del coro. Una curiosidad que nos contó la guía es que cada comienzo de primavera y otoño en torno al 21 de Marzo y Septiembre, más o menos a las seis y cuarto de la tarde, tiene lugar el equinoccio, y la luz del sol que penetra por el rosetón de la parte trasera de la iglesia, pasa por el círculo que corona el trascoro da en el centro de la Iglesia delante del coro, ahí se ponía el Abad para purificarse.
Una de las joyas del Monasterio de Yuso es la sacristía con más valor artístico de España. En principio fue sala capitural, es del siglo XVI. Se empieza a usar como sacristía a finales del siglo XVII, época de la que es casi toda la pintura que podemos contemplar.
Los frescos del techo y las mesas centrales son del siglo XVII. El Abad Fray José Fernandez la adorna con doce cobres que están sobre la cajonería de nogal. Vemos también cuatro grandes lienzos que se traen desde Nápoles. El retablo barroco está presidido por una talla de Nuestra Sra. Reina de los Ángeles con cetro y corona. Las pinturas del techo no se han restaurado nunca, según nos contó la guía , el suelo de alabastro absorbe la humedad y así no se dañan las pinturas
El claustro alto, en la segunda planta, de estilo barroco , los laterales que dan al patio está cerrados para preservar las pinturas de las inclemencias del tiempo. Está decorado con 25 cuadros de José Bejes que narran los distintos milagros de San Millán. Vistas también de otra estancia de la parte de arriba .
Puerta de entrada a la pequeña sala de de códices y cantorales del siglo XVII. Por supuesto una de las salas más importantes del Monasterio de Yuso, donde se encuentran verdaderas joyas, reproducciones de códices hechas por algunos monjes del monasterio.
Unos 30 libros gigantes que pesan entre 40 y 60 kilo, hechos a mano durante 4 años de trabajo, contiene la colección completa de los cantos de la comunidad, una de las colecciones completas que se conservan en España. Estas estantería donde se encuentran estos gigantescos libros, tienen un suelo de alabastro blanco, un agujero en la pared que comunica con una cámara para la perfecta conservación de los libros, y un respiradero encima de los libros para que circule el aire (ver las fotografías).
Para la abadía su más estimado tesoro son las reliquias de sus santos.
Don Blas , abad de Yuso, manda realizar el arca relicario más rico posible para venerar los restos de
San Millán, empleando en su interior telas finísimas y revistiendo en exterior con láminas de oro, piedras preciosas y tarjetas de marfil. Entre la colección de relicarios del monasterio sobresalen las arcas relicarios de
San Millán (siglo XI) y la de
San Felices (siglo XII) por sus marfiles románicos. El arca original de San Millán, fue saqueada por las tropas de Napoleón y la dejaron como se ve en la fotografía de la izda. y viendo lo que se avecinaba con la invasión de las tropas francesas, pusieron a buen recaudo los restos del santo. La urna que vemos en las otras fotografías, son una reproducción de la auténtica. Se lograron rescatar algunos de los marfiles que se conservan en algunos museos importantes del mundo. Mi prima Angelita muy atenta mirando con detalles de urna.
Bajamos por la escalera Real hasta el salón de los Reyes, llamado así por los lienzos que pueden verse colgados en la pared. Lo más interesante de este salón son las
glosas emilianenses (s. X-XI) que pueden verse dentro de un urna de cristal.
Hace más o menos mil años un monje de San Millán se enfrenta a un códice escrito en latín . Va tomando notas para comprender la gramática y aclarar los significados. A estas notas las llamamos
Glosas Emilianenses, anotaciones aclaratorias en los márgenes de las páginas escritas en latín
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Estas glosas están redactadas en el habla del pueblo, en romance, y pueden presumir de ser la primera página de la literatura española.
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En el mismo códice encontramos también las primeras palabras escritas en vascuence. Por esa razón
San Millán de Yuso celebra en 1977 el Milenario de la Lengua, y desde entonces se le conoce con el nombre de
"Cuna de la Lengua". En ese salón se encuentran las lápidas conmemorativas del mileranio de la lengua castellana y vasca así como la reproducción facsímil del Códice 60 . Y hasta aquí este reportaje, espero que os sea de interés sobre todo si venís por La Rioja, no podéis dejar de visitar los monasterios de Suso y Yuso en San Millán de la Cogolla (La Rioja)
Chelo
